El magistrado de la Audiencia provincial de Murcia miró y remiró las grabaciones que le remitieron como prueba y le salió un auto desde el mismísimo estómago. Escribió: "La visión de las imágenes y la audición de los vídeos representan un penoso recorrido por una topografía de dolor, sordidez y cruel enclaustramiento y exterminio".
http://www.elmundo.es/elmundo/2009/12/15/espana/1260908856.html
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