No es fácil matar a un perro
El abandono de animales domésticos en las carreteras
FRANCISCO GARCÍA PÉREZ Casi atropello a un perro en el viaducto de Fontecha, en la Autovía de la Plata, en la provincia de León, en una reciente mañana de mayo, con 33º de temperatura exterior. Vi el volantazo del coche que me precedía, di mi propio volantazo, esquivé por un pelo al infeliz, pero tuve tiempo de ver su cara, los ojos de aquel setter condenado a muerte inminente, en medio de la calzada, aguardando el fatal despiste de otro conductor o el golpe de calor definitivo que lo acabase, como su lengua ansiosa mostraba. Por ello, porque mal duermo desde entonces con la imagen de ese perro, en ese instante tan fugaz como permanente va a ser para mí, no quiero largarles un rollo sobre la bondad canina. Quiero hablarles del Mal.
No es fácil matar a un perro abandonándolo en una autovía. Es muy complicado. Requiere planificación, conjura familiar, alevosía, decisión para el crimen, ausencia total de escrúpulos, cobardía infinita, amoralidad más que inmoralidad, desprecio por la vida de ese animal y de los animales humanos que, como yo, estuvimos en un tris de comernos la barandilla del puente y quedar allí secos. Requiere ser malo de una pieza, requiere estar poseído por el Mal. Me gustaría que imaginasen la escena: un canalla decide que su animal estorba, que molesta, que ya no sirve. Hay que eliminarlo. No hay valor para darle matarile cara a cara, ni tiempo para acogerlo en una perrera. Entonces, logrado el acuerdo de su familia y de sus allegados (que no preguntarán qué ha sido del perro, que mirarán para el lado de los cómplices silenciosos del verdugo), el grandísimo miserable decide exponerlo a una muerte segura. Pero no es fácil: hay que subirlo al coche con engaños (los perros olfatean las catástrofes); hay que ponerse al volante consciente de lo que se va a hacer; hay que estacionar el vehículo; bajar a quien tantas veces nos dio lametones de cariño, a quien aguardaba nuestra llegada a casa como la gran fiesta del día; escapar raudo; no mirar por el retrovisor; pararse a tomar una cervecita, quizá con unas gambitas, unas aceitunitas, con la conciencia adormilada aunque se acabe de cometer un crimen.
Porque ése es el quid del asunto. La maldad nace, se reproduce en los cerebros podridos y se manifiesta de muchas abominables maneras. Pero el Mal es siempre el mismo. Quien decide abandonar a un perro exponiéndolo a varios tipos de muerte atroz, con todo el minucioso trabajo criminal que conlleva, es perfectamente capaz de cualquier cosa. Ese tipo es un enfermo grave, que precisa tratamiento inmediato, con reclusión, sin duda. Hay que protegerse de él, hay que protegerse del Mal encarnado en un sádico que desprecia la vida de sus semejantes, a quienes expone a un accidente mortal, y de un perro que, sin duda, lo miró tantas veces como se mira a un dios. Mucho cuidado con él, con ella, con ellos, con ellas. Son gente mala, esencial y completamente mala, capaz de perpetrar cualquier horror. No es fácil matar a un perro. Se precisa antes el largo proceso de convertirse día a día, paso a paso, en un acabado y grandísimo hijo de puta.
http://www.lne.es/opinion/2010/05/26/facil-matar-perro/920622.html
EL RESPETO HACIA TODOS LOS SERES VIVOS ES UN VALOR NO NEGOCIABLE. DEBEMOS DE ENSEÑAR A NUESTROS HIJOS EL RESPETO A TODO LO QUE NOS RODEA. LA TORTURA, EL ABANDONO DE LAS MASCOTAS, EL MALTRATO, TODAS ELLAS ACCIONES INDIGNAS Y COBARDES DEBEN DE ERRADICARSE,SON PRÁCTICAS ABERRANTES QUE CADA VEZ APARTAN MAS Y MAS A QUIENES LAS PRACTICAN DE LO QUE EN REALIDAD DEBERÍA SER UN SER HUMANO. NO HAGAS A NINGUN SER LO QUE NO QUISIERAS QUE TE HAGAN A TI.
1 EURO QUE HACE MILAGROS
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4 comentarios:
A esos grandisimos HP,los dejaria yo tirados donde nadie pudiese ir a buscarlos, sin agua ni alimento , sin movil, ni nada ,para evitar cualquier modo deponerse en contacto con su gente,que pagasen con la misma moneda con la que ellos han pagado a sus fieles amigos los perros. Por desgracia hay muchos de esos asesinos.
Totalmente de acuerdo contigo....lo que dices habría que enseñarles a los niños en la escuela ,porque esos asesinos que no quieren a nadie y enseñan a sus niños el mal, son un peligro para la sociedad misma y para sus hijos.Son esos que tambien abandonan los abandonan a los propios hijos,los maltratan y crean la viloencia en el mundo.Te felicito por este relato que no va con la lástima sino contra la crueldad humana.Un abrazo.Liz
Sin duda esto es algo horrible, personalmente prefiero no tener animales porque no se como cuidarlos pero a las mascotas de mi familia o de mis amigos los trato lo mejor que puedo.
Yo manejo y me ha tocado como 2 veces que se me atraviesa un perro en frente, realmente se siente horrible pero tengo la fortuna de contar con buenos reflejos y he tenido también la suerte de que me han tocado esas situaciones ya muy noche por lo que tuve la fortuna de esquivarlos solo con el susto por parte de los 2.
Excelente post!!! ¡Cuándo será el ser humano, digno de titularse tal de manera completa?
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